Molesta, dolida, triste e indignada, Cindy Marino da la cara y cuenta su verdad, en exclusiva, para Ajá. Tres días después de haber sido molida, hecha pedazos por un cargamontón de críticas, la guapa bailarina y animadora rompe su silencio y narra al detalle lo que realmente pasó el último viernes en una conocida salsoteca y que fue 'ampayada' por las cámaras de 'Magaly Tevé' con el empresario Carlos González.
¿Qué pasó aquel día en la discoteca?
En primer lugar, quiero aclarar que no tengo, ni tuve ninguna relación sentimental, ni menos laboral con el señor (Carlos) González. Efectivamente, fueron dos besos, él me sorprendió porque estaba tomado. Lo noté demasiado cariñoso, opté por retirarme del local y él me siguió al carro.
¿Crees que te sembraron?
Sí me sembraron. Por qué ocultaron tanto su identidad en el programa. Es muy evidente todo esto. El ampay fue el viernes en la madrugada y el sábado, en la tarde, él me llama y dice "Cindy, nos han ampayado". Le contesté "¿Y tú cómo sabes? En tu local no entran las cámaras. ¿Cómo es posible, si sabías de las cámaras por qué me besaste?". Me molesté y se quedó callado.
¿Te sientes utilizada?
Totalmente. Se portó como un cobarde, poco hombre, el más ruin. Hubiese buscado otras armas y no dañarme como lo hizo. Me duele, me apena mucho (se quiebra)... No es de hombres lo que hizo, me apena porque siempre se mostró muy bueno, me apoyó en un momento. No quería declarar pero siento que es necesario y usé a Ajá para contar mi verdad.
¿Tú crees que Magaly sabía de esto?
No lo sé, quiero creer que no porque sería algo muy lamentable.
¿Por qué lo besaste si no es nada tuyo?
Todo el mundo sabe cómo es Carlos, cuando toma se pone meloso, picaflor.
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