Está lejos de su fría celda y no quiere volver a pisar un penal nunca más. Pero la bailarina Kerly Masko, durante su encierro entró en pánico al pensar que podía pasar la Navidad y el Año Nuevo tras las rejas, alejada de su familia y su novio.
“Gracias a Dios se comprobó mi inocencia, por eso estoy libre. En la cárcel siempre me ponía a llorar porque había la posibilidad de pasar Navidad sin el amor de mi madre, abuelita, mi hermanito y mi amado”, contó emocionada la bailarina.
Kerly aclaró que jamás intentó quitarse la vida en la cárcel porque para ella eso es una cobardía.
“No soy una maricona o una loca para hacerlo. Yo tengo por quiénes vivir, como mi familia y mi novio con quien me voy a casar y tener hijos”, acotó.
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