Jaime Bayly sigue haciendo noticia con su entorno íntimo. Ayer públicamente humilló y maltrató a su ex esposa y madre de sus hijas, Sandra Masías (a quien hasta hace poco dijo amar y admirar), al echarla de su casa por defender a la nueva dueña de su corazón y de sus afectos, su "chica mala", Silvia Núñez del Arco.
Sandra es acusada por Jaime de confabular en complicidad con Doris Letts (madre de Jaime) para ignorar y desairar a su jovencita enamorada, quien le dará otro hijo. Y eso ha provocado su ira y ha echado a Sandra del departamento que él compró para que viva con sus hijas Camila y Paola. Por eso, Sandra y sus hijas partieron el fin de semana a Paracas y no contestan hasta ahora cuál será su decisión.
Así lo cuenta el mismo Jaime en su columna que publica un diario local y revela que le escribió un mail a Sandra para que recoja sus cosas y se vaya del departamento que compró y que está a su nombre, porque dice estar dolido y humillado por lo que considera una conducta desleal por parte de ella y su madre, que entrañaba un desaire a Silvia.
Todo este lío empezó cuando Jaime le pidió a su madre tomar el té juntos para que conozca a Silvia, pero se demoró en responderle y cuando lo hizo sólo le dijo "tu felicidad, es mi felicidad", sin confirmar si aceptaba tomar el té con Silvia y él.
Jaime cuenta que días después, bajando de su departamento al que ocupa Sandra y sus hijas, descubrió a su ex esposa conversando con su mamá y lo que hablaban no resultaba halagador para mí. "Estimulaban la hipótesis según la cual yo había dañado el bienestar de mis hijas dejando embarazada a Silvia. Digamos que Sandra cumplía el papel de víctima despechada y mi madre cumplía el papel de extenderle sus condolencias por el sufrimiento que yo había infligido a mi familia".
Jaime volvió a escribirle un mail a su madre para manifestarle su molestia por su renuencia a conocer a Silvia y que "entendía menos que viniera a mi casa a escondidas y sin saludarme y que tal manera de proceder me parecía innoble. No quieres conocer a Silvia y vienes a mi casa y te reúnes con Sandra y no me avisas para que baje a darte un beso".
"Luego le escribí un correo a Sandra y le dije que me parecía desleal que concertase un encuentro con mi madre en mi propia casa, omitiendo informarme de tal encuentro, es decir, procurando que yo no estuviese al tanto de dicha reunión. Le dije que esa conducta era innoble y pérfida y que ambas, ella y mi madre, me habían humillado y de paso habían desairado a Silvia, y que si querían seguir reuniéndose a mis espaldas, no me provocaba que lo hicieran en mi casa, por lo que invité a Sandra a que hiciera sus maletas y se retirase de mi casa tan pronto como le fuese posible, de modo que se vaya a vivir a un lugar donde pueda reunirse a chismear con mi madre sin que ese lugar sea mi propia casa".
"Privada y ahora públicamente, he invitado a mi ex esposa, señora Sandra Masías, a que se retire de mi casa. De momento no me ha contestado. Mis hijas tampoco, porque se han ido a pasar el fin de semana largo al hotel de Paracas y no responden mis correos ni mis llamadas".
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